El 17 de diciembre tuvimos nuestra última práctica de meditación del año 2018 (retomamos el 7 de enero de 2019 a las 20.00) dedicada a serenar la mente y conectar con nuestro corazón compasivo.
Lo hicimos a través de la historia de Avalokiteshvara: La leyenda del origen de esta forma del Bodhisattva es muy bella. Hace muchísimo tiempo, el Bodhisattva Avalokiteshvara hizo un voto de salvar del sufrimiento a toda la gente del mundo y conducirla a la Iluminación. Además, juró que si titubeaba por un instante, cortaría su cuerpo en mil pedacitos.
Entró así en una meditación muy profunda de compasión, a través de la cual, aspiró a dirigir a todos los seres hacia la Iluminación por medios sutiles. Cuando salió de esta meditación, descubrió que sólo había ayudado a una parte muy pequeña de la gente y se sintió tan desalentado que pensó en dejar sus esfuerzos. En ese instante, su cabeza y su cuerpo comenzaron a desmoronarse en pedazos y, en su agonía, llamó al Buda Amitâbha para que le ayudara. Amitâbha lo reconstruyó con un nuevo cuerpo, con mil brazos y diez cabezas. Encima de aquellas cabezas le colocó su propia cabeza. Y así nunca más tuvo que rendirse en su deseo de que todos los seres dejaran de sufrir, ya que podía desarrollar todas las herramientas de sí mismo y renovar sus creencias y formas de ver la vida las veces que fuese necesario (representado por las 10 cabezas)
¡Y así os deseamos fuerza, habilidades y renovación para hacer el camino de vuelta a vuestro corazón compasivo!